Henry Cartier-Bresson. |
Sus primeras experiencias con la fotografía empezaron con una cámara Kodak Box Brownie.
En 1932 adquiere su "maravillosa" Leica: el formato de 35 mm, llega a sorprenderle y fascinarle.
Fue el padre del fotoreportaje y junto a Robert Capa fue también el cofundador de la agencia Magnum Photos.
Poseía una gran capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión. Lo llamó el momento decisivo.
Aquí se ve reflejado uno de los llamados momentos decisivos. |
Referente a su técnica jamás recortó los negativos, se positivaban completos, sin encuadrar ni cortar nada. Realizó fotografías en prácticamente todo el mundo y fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo del Louvre, en París en 1955.
Publicó numerosos libros, es de destacar el publicado en los años 50 titulado "Images a la sauvette" que es todo un legado y compendio del significado, técnica y utilidad fotográfica.
En el año 1974, decide dar un cambio a su carrera como fotógrafo para volver a la pintura, su verdadera vocación desde la infancia. En sus últimos años de vida, crea junto a su mujer, la también fotógrafa Martine Frank, la Fundación Henry Cartier-Bresson, en la que recopila toda la obra que realizó en vida.
Para algunos, Cartier-Bresson es una figura mítica en la fotografía del siglo XX. Uno de sus mejores biógrafos (Pierre Assouline) lo apelaría como «el ojo del siglo».
En el año 1982 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad.
Henry fallece el 4 de agosto del 2004 a los 95 años de edad en Céreste, al suroeste de Francia. Frases:
“Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje.”
“No me interesa la fotografía sino la vida.”
“Piense en la foto antes y después, nunca durante.”
Henry Cartier-Bresson.